Dos meses de viaje, mínimos gastos y un país entero por conocer.
Después de mucho mirar nos cogimos un vuelo de Lufthansa con escala en Frankfurt destino Mumbai, unos 450 € . Con llegada a la 01:00 de la madrugada en el aeropuerto de Mumbai, sin nada, equipados con nuestras mini mochilas y nuestras ansias de vivir.
Una vez elegido el punto de partida, empezamos a pensar en el itinerario que nos gustaría realizar, eso si, sin prisas para poder saborear

Mumbai,Ahmadabad,Udaipur,Ranakpur,Mont Abu,Ajmer,Pushkar,Jaipur,Amber,
Alwar,Amritsar,Haridwar,Rishikesh,Lucknow,Varanasi,Allahabad,
Jhansi,Kajuraho,Orcha,Gwalior,Agra,Delhi,Bhopal,Aurangabad,
Ellora,Ajanta,Hospet,Hampi,Goa.
Uno de nuestros objetivos es poder pasar una noche en el templo sagrado sikh, el Templo Dorado, compartir alojamiento y alimentos con gentes de todas las razas y nacionalidades. Un espacio marcado por el dolor de antiguos enfrentamientos y de reencuentro de culturas y gentes con un fin común, “ser humanos” en el más amplio sentido de la palabra. Espero que nuestro objetivo sea cumplido y poder disfrutar de esos momentos mágicos que marcan y recuerdas de por vida.
También el poder llegar a conocer tres de las ciudades santas de este basto continente, Benares, Mathura y Haridwar. Disfrutar del atardecer en el lago Pushkar, lugar de peregrinaje para miles de hindus, coincidiendo con la feria del camello.
Así como poder subir al Monte Abu, un lugar no incluido en los paquetes para turistas, pero no por eso falto de interés ya que es una de las zonas con mayor turismo interior por parte de la población india.
Un destino seguro son las montañas de roca en Hampi, en las que podremos, aparte de disfrutar de sus grandes templos pertenecientes al Imperio Vijayanagara, pasar unos días haciendo una de las cosas que mas nos gusta, escalar, y escalar en silencio en contacto con la roca y con lo que nos rodea, disfrutar de esos momentos místicos de clarividencia, que solo un espacio natural puede transmitirte. En el que las piedras hablan de grandes imperios y tradiciones antiguas que permanecen vivas hoy en día.
Para terminar, un descanso en las playas de Goa, paraíso hippie hoy invadido por turistas buscando el relax de sus playas o la diversión de las raves que se montan a pie de playa. Un lugar en el que trataremos de asimilar y descansar de este viaje cargado de trenes, templos, bazares, picante, rickshaws, vacas y gente…..muuuuucha gente.
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