Desde bien pequeño tuve un sueño, mas allá de bicicletas, videojuegos o cualquier otra cosa……tenia en mente un viaje místico, sin saber muy bien lo que significaba, un viaje a un país tan grande como un continente, un lugar para morir, un lugar para renacer, un lugar en el cual el ciclo cósmico de vida y destrucción se refleja en todas los seres, en todas las cosas. Ese lugar es
Como ciudadano del mundo quería conocer esa tierra de sadhus, de hombres santos “sufies”, de gentes, de sonrisas y ojos incomparables, del profundo respeto a los ciclos cósmicos, y de adoración a aquello que nos ha hecho lo que somos, humanos. El único sitio del mundo con tantas religiones como personas, con tantas personas como dioses y de tantos dioses como gotas de agua llenan sus ríos sagrados.
Y por fin, tras el lento transcurrir de la vida, me voy, mejor dicho nos vamos. Después de muchos intentos años atrás, este año nos ponemos en camino el día 05 de Octubre, en ese camino que no terminara con la vuelta a casa, sino que te acompañara de por vida, en este paseo por el mundo.
Para entender el concepto indio del camino de la vida, es necesario explicar lo que se conoce como “La virtud del Dharma”. Según esto el hombre debe de pasar por los cinco estados para poder conseguir la liberación:
- Purushartha: es lo que un hombre tiene y debe de hacer.
- Dharma: el ser humano recto.
- Artha: adquirir riqueza o autoridad.
- Kama: el amor, en toda su grandeza.
- Moksha: la liberación del ser.
Quizás sea difícil para nuestra mente occidental, llegar a entender estos conceptos o filosofías de vida, pero la india esta impregnada de estas creencias o estilos de vida que marcan a las personas hasta lo mas profundo de su ser.
Muchos de nosotros conocemos sus artes místicas en relación con el cuerpo, la mente y el ser. El yoga y la meditación han tenido un gran impacto en Occidente en los últimos veinte años, seguramente por la perdida de nuestro verdadero camino, en un mundo contaminado, en mayor o menor medida, por el mundo material y profesional que nos promete la felicidad. Mientras nos alejamos más y más de nuestra verdadera relación con el cosmos y con los demás seres con los que compartimos este pequeño punto de luz en la inmensidad del océano cósmico, como dijo el gran maestro Carl Sagan.
Así como en su creencia del kama (amor absoluto) en el que nos enseñan los indios, seguimos tocados por lo divino. En el amor, nos enseñan, que existen espacios de tiempo en contacto con lo divino, llamémoslo X o que cada uno le ponga el nombre que crea conveniente, pues la mente viaja de una manera natural y sana, a lo mas profundo de su ser y entra en contacto con los estados mas primitivos de el/ella mism@.
Alejándonos de los pensamientos místicos, que quien mas y quien menos tenemos, tuvimos que realizar un itinerario a seguir, con mayor o menor exactitud, pues nuestro viaje será dependiente de los sentimientos que nos transmita cada determinado lugar. De eso se trata este viaje de experiencias incomparables e incrustadas en la mente y la vida diaria de cada uno.
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