viernes, 25 de septiembre de 2009

GODS & BLESSES

Para entender un poco mas nuestro viaje y poder comprender el concepto de la vida en India, es necesario conocer la religión mayoritaria en este gran país, el hinduismo y su algarabía de dioses. Mas de un 75% de la población, unos 800 millones de personas) profesa el hinduismo, es comprensible pues la India es la cuna del hinduismo y su tierra sagrada.

El hinduismo no posee fundador, no es una religión ni una filosofía sino una suma de ellas, un conjunto de creencias metafísicas, religiosas, cultos, costumbres y rituales que conforman una tradición, en la que no existen ni órdenes sacerdotales que establezcan un dogma único, ni una organización central. Los hinduistas llaman a aquella tradición religiosa sanatana dharma (‘religión eterna’), porque creen que no tiene principio ni tendrá fin. Según ellos ha existido durante más de 5000 años. Consideran que el hinduismo es la tradición religiosa más antigua del mundo.

En el hinduismo hay diversidad de creencias, pero básicamente los hinduistas creen que detrás del universo visible (Maya), al que atribuyen ciclos sucesivos de creación y destrucción, hay otra existencia eterna y sin cambios. Abandonar el ciclo de reencarnaciones (samsara) y retornar al universo espiritual constituye el mayor de todos los logros para los hinduistas.

Sin embargo, la complejidad del hinduismo es tal, que difícilmente puede etiquetarse o darle una descripción. Una de sus características es la multiplicidad de dioses. En textos occidentales llegó a hacerse popular la tríada hindú, llamada Trimurti (‘tres formas de Dios’: los dioses masculinos Brahma, Vishnú y Shivá), pero generalmente nadie adora a los tres dioses. Muchos hinduistas adoran a la diosa Durga (conocida por algunos por uno de sus aspectos como Kali), pero también a un gran número de otros dioses, incluidos dioses comarcales.

Hay un grupo de textos que se consideran «revelados» (en sánscrito shruti: ‘escuchados’), y que no pueden ser interpretados, sino seguidos al pie de la letra:

  • Los Upanishad, meditaciones místico-filosóficas escritas hacia el 600 a. C.
  • Los cuatro Vedas:
    • Rig Vedá, el más antiguo, escrito en una de las formas más arcaicas del sánscrito, probablemente antes del 700 a. C.
    • Iáyur Vedá, el libro de los sacrificios.
    • Sama Vedá, contiene himnos.
    • Átharva Vedá, es el libro de los rituales.

Existen gran cantidad de deidades femeninas Deví, Sáraswati, Lakshmí, Satí, Párvati, Durgá, Shaktí, Kali, Sita, Radhá Majá, Vidiá y de deidades masculinas Brahmá,Vishnú, Shivá, Rama, Krishná, Ghanesa, Kartikeia,• Hanuman, Indra, Suria.


Shivá es el dios destructor en la Tri-murti. En su calidad de destructor, a veces se le llama Kala, es entonces identificado con el tiempo, aunque su función destructiva activa es entonces asignada a su esposa bajo el nombre de Kali. Como deidad de la reproducción, el símbolo de Shivá es un monolito de piedra o de mármol, representación de un falo, llamado lingam.

Shivá tiene tres ojos, uno de los cuales está en medio de su frente (denotando su capacidad de ver las tres divisiones del tiempo: pasado, presente y futuro), su piel es de color azul grisáceo (cubierta de cenizas).

Una luna en cuarto creciente situada sobre su frente representa la división del tiempo en meses, una serpiente alrededor de su cuello representa la división en años y un collar de calaveras la sucesiva extinción y generación de las razas de la humanidad.

Tiene varias serpientes enroscadas en sus brazos, su cabello está enredado en varias matas sobre su cabeza y forma un rodete en punta sobre la frente. Encima de este hueco se ve el rebote y la materialización del río Ganges.

Cuando los dioses batieron el océano de leche para generar el néctar que los volvería inmortales, se generó también una cierta cantidad de veneno. Shivá se lo bebió para salvar a los devas, por eso su garganta adoptó un color azul.

En una de sus cuatro manos sostiene un tri-shula o tridente y también sostiene un tamborcito damaru con otra de ellas.. Los shivaístas creen que denota su combinación de los tres atributos de Creador, Destructor y Regenerador.

Shivá también es adorado como un gran asceta. Existe un mito acerca de que en una ocasión quemó con su tercer ojo a Kama (‘deseo erótico’), el alado dios del amor, quien mientras Shivá estaba dedicado a una severa meditación, le había disparado sus flechas de flores para hacerle enamorar de quien terminaría siendo su segunda esposa, Parvati. La paradisíaca residencia de Shivá se encuentra en el monte Kailasa.

Las escrituras de los shivaístas dicen que con la mirada ardiente de su tercer ojo quema el universo, incluidos a Brahma y a Vishnú, y se unta sus cenizas mortuorias por todo el cuerpo. Por eso los adoradores de Shivá se cubren de cenizas. También usan cuentas de semillas de rudraksha (‘ojos de Rudra’), las cuales dicen que surgieron al caer lágrimas de los ojos de Shivá o Rudra, cuando iba a destruir Tripura (las ‘tres ciudades’ de los asuras o demonios).

  • El tercer ojo: el tercer ojo de Shivá en su frente es el ojo de la sabiduría, conocido como bindi. Es el ojo que ve más allá de lo evidente.
  • El collar de la cobra: el dios Shivá está más allá de los poderes de la muerte. Ingirió el veneno kalketu para el bienestar del universo. Para no ser herido por este veneno, se dice que su consorte Parvati ató una cobra a su cuello. Esto retuvo el veneno en su garganta y, por consiguiente, la tornó azul. Las cobras alrededor de su cuello también representan la energía dormida y yaciente, Kundalini.
  • Media luna: Shivá lleva en su frente la luna en su quinto día). Está ubicada cerca del tercer ojo y demuestra el poder del Soma (la ofrenda sacrificial, que representa a la Luna). Significa que Shivá posee el poder de la procreación junto con el poder de la destrucción.
  • Cabello enmarañado (jata): el ondeo de su cabello lo representa como el dios del viento, o Vayu, que es la forma sutil de aliento presente en todas las formas vivientes. Por consiguiente, es Shivá como la línea vital de todos los seres vivos.
  • El Ganges: el más sagrado de los ríos sagrados fluye desde el cabello de Shivá. El rey Bhagiratha pidió a la madre Ganga que descendiera en este planeta para que purificara sus pecados y los de los humanos. El Señor Shivá ofreció su enmarañado cabello para detener su caída desde los planetas celestiales. El flujo del agua es uno de los cinco elementos que componen en universo y desde el cual la Tierra nace.
  • El tambor: el sonido del damaru en la mano de Shivá es el origen de la palabra universal que da origen a todo lenguaje y expresión.
  • Vibhuti: se trata de las tres líneas de ceniza dibujadas en la frente y representa la esencia de nuestro ser, que permanece aún después de los malas (impurezas de la ignorancia, el ego y la acción) y vasanas (gustos y disgustos, apego al cuerpo, al mundo, a la fama) han sido quemadas en el fuego del conocimiento. El vibhuti es reverenciado como la forma de Shivá y simboliza la inmortalidad del alma y la gloria manifiesta del Señor.
  • Ceniza: Shivá cubre su cuerpo con bhasma (ceniza de crematorio) que señala la filosofía de la vida y la muerte y el hecho de que la muerte es la realidad última de la vida.
  • Piel de tigre: el tigre es el vehículo de Shakti, la diosa del poder y la fuerza. Shivá está más allá y por encima de cualquier tipo de fuerza. La piel de tigre simboliza la victoria sobre toda fuerza. Sentado sobre la misma, Shivá enseña que ha conquistado el deseo.
  • El elefante y la piel del venado: Shivá también viste con la piel de un elefante. Los elefantes simbolizan el orgullo. Vestir su piel simboliza la conquista del orgullo. Vistiendo la piel del venado simboliza que ha controlado la mente a la perfección.
  • Rudraksha: Shivá viste bandas en sus muñecas de madera de rudraksha (‘ojos de Rudra’), a la que se le atribuye poderes medicinales.
  • El tridente: el trishula simboliza las tres funciones de la tríada: la creación, el mantenimiento y la destrucción. El tridente en la mano de Shivá indica que todos los tres aspectos están bajo su control. Se dice que la antigua ciudad de Kashi (actual Benarés), queda justo sobre el trishul.

Kali es una de las diosas principales en el hinduismo. Aunque generalmente se la conoce como un ser violento, Kali es una diosa con una historia compleja.

Su historia temprana como criatura de la aniquilación todavía tiene cierta influencia, mientras que las creencias tántricas más complejas amplían a veces su papel, ubicándola como la “realidad última” y la “fuente del ser”. Finalmente, el movimiento piadoso reciente concibe a Kali como la benévola Diosa Madre. Kali aparece por primera vez en el Rig Vedá, no como diosa, sino como una de las siete lenguas de Agni, el dios hindú del fuego. En la literatura del período Sangam de los Tamil, aparece una diosa sanguinaria llamada Kottravai. Como Kali, es brutal e inspira miedo en la gente por sus crueles prácticas. Kali ha llegado a ser inexpugnablemente ligada con Shivá. La forma “desencadenada” de Kali a menudo llega a ser salvaje e irrefrenable, y sólo Shivá es capaz de domesticarla. Esto es porque ella es una versión transformada de uno de sus consortes y porque él es capaz de emparejar su ferocidad. Sus métodos varían desde desafiarla al baile silvestre del tandava y aventajarla, a aparecer como un bebé que llora (apelando así a sus instintos maternales). Sin embargo, la iconografía a menudo representa a Kali bailando sobre el cuerpo caído de Shivá, y hay referencias sobre ellos bailando juntos, en un estado de salvajismo.

La implicación de Shivá con el tantra y la naturaleza oscura de Kali, han conducido a que ella se convierta en una importante figura tántrica. Para los seguidores del tantra era esencial hacer frente a su maldición, el terror de la muerte, tan dispuestos como aceptaron bendiciones de su hermoso y consolidado aspecto maternal. Para ellos, así como la moneda tiene dos lados, y así como la muerte no puede existir sin la vida, igualmente la vida no puede existir sin la muerte. El papel de Kali aumentó a veces más allá de un caos que se podía enfrentar para traer la sabiduría, y algunos textos tántricos le dan un profundo significado metafísico.

Brahma es el deidad creadora del universo y miembro de la Tri-murti. Según un mito, los tres dioses surgieron del huevo cósmico puesto por la diosa Ammavaru. Según otro mito más moderno, de origen vaisnava (de los seguidores de Vishnú), Brahma surgió de una flor de loto que flotaba en el océano del ombligo de Vishnú durmiente (que genera la existencia del universo mediante sus sueños). Aunque quizás el mito primero es aquel que supone a Brahma como el primer ser creado por el Brahman, e incluso como la primera personificación del absoluto Brahman, mediante la cual el Brahman crea todo.

Brahma solo interfiere ocasionalmente en los asuntos de los dioses, y aun más raramente en los de los mortales. Él obligó a Soma (el dios de la Luna) a devolver a Tara a su marido Brihaspati (el gurú de los semidioses). Es considerado el padre de Dharma (el dios de la religión) y de Atri. Brahma vive en Brahmapura, una ciudad situada en la cima del mitológico monte Meru.

Brahma es representado tradicionalmente con cuatro cabezas de barbas blancas (símbolo de la sabiduría), cuatro brazos y piel roja. Cada boca recita uno de los cuatro Vedas. Las manos sostienen un recipiente de agua usado para crear la vida, un yapa-mala (collar de cuentas) usado para llevar el registro del tiempo del universo, el texto de los Vedás escritos en papel, y un padma (flor de loto). Va montado sobre un cisne, Hansa, con el que vuela por el universo.

Vishnú habita en un paraíso conocido con el nombre de Vaikunthá donde todo es oro y piedras preciosas. Desde ese lugar se cree que el río Ganges surge de sus divinos pies y fluye hacia la Tierra. Habitualmente se representa como un ser de forma humana, piel azul y cuatro brazos sosteniendo un padma (flor de loto), un sudarshaná chakrá (disco que Vishnú usa para degollar a los demonios), un shankhá (caracola, cuyo sonido en la India representaba la victoria después de matar a algún enemigo) y una maza de oro (para aplastar el cráneo de los demonios). Frecuentemente se le ve sentado, descansando sobre una flor de loto, con su consorte Lak?mi sentada sobre una de sus rodillas.

Vishnú es el principal dios del vaisnavismo. En la actualidad los hindúes (que son los seguidores del hinduismo y no los habitantes de la India, que se llaman indios, y pueden ser tanto hindúes, como musulmanes, budistas, etc.) creen que Vishnú se encarnó en la India como varios avatares. Es frecuentemente adorado en la forma de esos avatares.

No se sabe claramente cuándo o cómo comenzó el culto a Vishnú. En los Vedas, Vishnú es clasificado como un dios menor, estrechamente asociado con Indra. Sólo más tarde en la historia hindú llegó a ser un miembro de los Trimurti y finalmente la más importante de las deidades de la religión. Como todas las deidades hindúes, Vishnú tiene muchos nombres, quizá más que cualquier otro, recogidos en los Vishnú Sahasra Nama (‘Vishnú, mil nombres’), que aparecen en el Mahabhárata.

1 comentario:

Ines_tables dijo...

Muy interesante y muy bien contado. Mi favorito, como podrás ver en casi todos los posts de mi blog, es Ganesh. Lo que no sé es cuántos dioses hay, en cada sitio pone una cifra diferente y cuando le preguntaba a la gente en la India, me contestaban que muchísimos.
En la india hay muchas religiones, casi se podría decir que lo importante es creer en algo. Hay un 1% de cristianos que en un país de 1166 millones no es nada desdeñable; en cambio la cifra de ateos es mínima.
Un saludo!